Alguna vez tendría que ser la primera...(I PARTE)

Hoy me reclamaba una amiga, la entrada al blog. Dice que lo tengo abandonado, en parte es un poco cierto, pero es que como podéis ver he abierto otro hace poquito de cocina, y ahora soy como la Helena Santonja de mi Barrio, si aquella que hacia aquel mítico programha llamado, con las manos en la masa….Yo de pequeña, lo miraba con atención, supongo que fue en esos días, de mi tierna infancia, cuando nacieron mis ganas de aprender en la cocina. Que ilusión me hace ir por la calle, y que mis amigos, del feisbuc me digan…..EHHHHH No veas como te curras el pollo¡¡¡¡¡ o … Oye…. Explícame bien eso de la tarta que no me sube mucho….La verdad es que yo no pretendía enseñar a cocinar a nadie, pero mira¡¡¡, parece que hay a quien le gusta lo que hago, y eso siempre es un halago.

Como decía antes, de niña veía “con las manos en la masa“, y luego, en casa, jugaba a cocineras.Pero vamos esa afición por la cocina, solo me duró en la infancia. Ya en la adolescencia era como todas, y me dedicaba a forrar la carpeta con fotos del alejandro sanz, y alguno que otro más como todas vamos… Así que cuando realmente, tuve que espabilar en la cocina fue cuando me casé…. Todos mis conocimientos de cocina el día 30-04-2000 se limitaban a darle al piloto de la freidora.
Yo en la freidora echaba hasta el cola Cao.

Tenía 22 años, y llevaba una semana casada, fue al poco de venir de viaje de novios…Aquella tarde noche, yo empezaba a ser una mujer de mi casa, y tenía que tomar la sartén por el mango, así que me puse mi impoluto mandil, y empecé a preparar la cena con todo el cariño del mundo a mi también recién estrenado marido.

Cuando llegó del trabajo, tenía puesta en la mesa una tortilla de patatas, mi marido la miró con ojitos de cordero degollao, todo sería… porque para comer, le había metido en la fiambrera un filete de ternera muy hecho, y claro… eso reposado 12 horas en un tuper de plástico es como comerse una suela de goma.
Total el chico se sienta a cenar… y da el primer bocado a la tortilla…..y me mira. Yo no cenaba, solo miraba, y estaba impaciente esperando su veredicto, que si… o si… tenía que ser bueno¡¡¡¡¡¡.

No escupió la tortilla por respeto a la mesa, solo me dijo…….pruébala, yo cogí un poco, y la probé……coño¡¡¡ que rara está esta tortilla……claro que está rara…la había hecho y no había frito las patatas, es decir, pelé las patatas, y tal cual las mezclé con el huevo, y claro, aquello era de un sabor asqueroso, jejeje, suerte de telepizza, que en más de una me sacó del apuro. A mi a la sienta pollos, sacándome del apuro el telepizza.

Las primeras veces son siempre o casi siempre duras. Pero en mi caso, además suelen ser desastrosas, y es que menos no se podía esperar de mí….

Recuerdo la primera vez, que fui con mi novio (actual marido) si, si, el de la tortilla ,a un restaurante de “lujo“(entendamos por lujo, sitio donde hay manteles en la mesa), si uno de esos, que el plato es como la rueda de un camión y luego te ponen un mejillón en tó el medio, y cuando va el camarero a quitarte el plato para ponerte el postre, protesta, porque sin querer te has avalanzao y le has mordido el brazo….El otro día decía con muy buen criterio mi amiga Maica, que es que los camareros se comen la mitad del plato por el camino, y el resto te lo ponen a ti jejejej. Será la tía desconfiada¡¡¡ .

Bueno a lo que iba, en estos restaurantes, además de no tener el plato estrella de las tapas españolas, que como todos sabemos son las patatas bravas, te ponen al terminar de comer las gambas, una bonita copa, de colores muy vistosos, normalmente son para lavarte las manos, bueno eso para quien lo sabe. Mi marido el ultimo que se bebió era de un color azul, violaceo precioso, porque si, él aun no distingue una copa de rioja, a una copa de estas con un chorrito de lavavajillas. Así que nuestra primera vez en un restaurante, de estos, fuimos la guasa de los camareros, que se le saltaban las lagrimas de la risa mientras nos cobraban los muy cabrones¡¡¡¡.

Pero es que nosotros en esto de los restaurantes, da lo mismo, que sean caros o baratos….a ver , vamos a pensar todos en un restaurante barato….si, si, ese, justo ese, el MC guarro¡¡¡¡.
Aun recuerdo la primera vez que mi actual marido y yo, si… mi marido…. El de la tortilla y el que se bebe, los lavavajillas, hicimos uso, del coche de mi suegro, para ir al MC AUTO…..

El MC Auto es como jugar al juego de la oca, tienes que ir de casilla en casilla. Y así llegamos a la primera casilla.
De aquella especie de interfono, sale una voz, que oíamos algo lejana, más bien, como si a la chica la tuvieran con la boca llena de hamburguesas tomando los pedidos…. Yo que no prestaba demasiada atención, de repente, escucho a mi marido dar sus datos personales al interfono levantando cada vez má la voz……y a la de las hamburguesas en la boca, diciendo una y otra vez…disculpe????? Y mi marido …”SI¡¡¡… JOR-DI XXXXX GAR-CI-A….a lo que presto atención y le digo….cariño, te están diciendo…Puedo tomar su PEDIDO?…. Y mi marido, entendía….Me puede dar su APELLIDO???? Total que como dos tontos, una con la hamburguesa en la boca, y el otro con el MC nugget en la oreja. Allí no había forma de aclararse.


Pero una de las que no olvidaré, en mi vida, por ansiosa, fue la primera vez que fui a comer a un buffet libre.

Recuerdo, los autocares en la puerta, del buffet, donde una avalancha de jubilados se olvidaban por unas horas de sus achaques y corrian hacia el restaurante para coger la mejor mesa, para coger la mejor gamba, no se, porque corrian la verdad, la cuestión era que te pisaban si hacia falta, pero delante de ellos que no se te ocurriese pasar.

Llegué yo, y mi marido,si...el mismo de la tortilla, el que se bebe los lavavajillas y el que le da lo datos personales a la del mc donalds... y yo embarazada de siete meses, con 20 kilos de más, y un hambre voraz, nada más entrar me avalancé sobre una montaña de ensaladilla rusa, que había nada más entrar, en lugar de coger un plato, cogí una bandeja, y la llené hasta los topes de ensaladilla rusa. Cuando me fui a sentar, y mi marido me vió llegar con la bandeja y los tres kilos de ensaladilla, lo primero que me dijo, es …”Yo no quiero ensaladilla rusa” a lo que contesté……no,si es para mí… Yo es que de embarazada los primero que aprendí es que había que comer por dos. Cuando me había metido casi toda la bandeja de ensaladilla rusa,cuando estaba a punto de reventar, cuando en mi estomago no cabia un guisante más... leo al fondo en un cartel,…..Sírvanse,SOLO lo que se vayan a comer, por favor no tiren la comida…
Claro, yo no podía más, pero … como iba a tirar la ensaladilla??? Miré debajo de la mesa, haber sino se notaria demasiado, pero no, el mantel era corto, como iba a tirar allí , miré por todos lados, yo sudaba, mayonesa¡¡¡¡ Había un camarero en la puerta, que me fichó, y no me quitaba el ojo de encima, supongo que fue, por que me serví la ensaladilla en una de las bandejas que tenían, para poner los cubiertos, y que yo, por novata, como la ví vacía, la llené hasta rebosar.
Al final, apilé mi plato, con el de mi marido, y cuando fui a dejarlos a cinco pasos de llegar a mi meta, me tropiezo con un jubilado que iba cargado de flanes, provocando una ecatombe, una mezcla imposible en el suelo de ensaladilla, flan, cascara de langostino barato...un desastre. No pude comer nada más, pero por ansiosa, fui a un buffet libre y lo único que comí, fue ENSALADILLA RUSA….
Y encima …la aborrecí durante mucho, pero que mucho tiempo….

En fin…, espero que mi amiga, la de la “DESPENSA” esté satisfecha…me voy a dormir, que ya se me cierran los ojitos…..Buenas noches, a todos…..